No hay otra nación en el mundo tan variada como Italia. Desde los Alpes hasta Sicilia, Italia se extiende por 1.500 kilómetros en 20 regiones y 110 provincias, todas con matices diferentes culturales, peculiaridades lingüísticas, estilos de vida... cada región conserva sus características particulares que derivan de los acontecimientos históricos y políticos y características geográficas.
A diferencia de otros países europeos, Italia vio la unificación oficial sólo en 1861 y antes de eso fue dividida en muchos reinos y repúblicas. Incluso hoy en día, regiones, localidades mantienen sus propias tradiciones, sus costumbres, sus hábitos alimenticios…
Algunas regiones son famosas por la artesanía, otras debido a sus características geográficas, y otras por su historia, pero todas son famosas por su comida y vino: cuando se trata de la Puglia pensamos en los “orecchiette” y las “Friselle”; cuando se trata de Lazio pensamos en las alcachofas romanas y la “Amatriciana”; cuando se trata de Sicilia pensamos en “cannoli” y “arancini”; si vamos a Romaña no podemos no degustar los raviolis y si visitamos Génova no podemos no probar el verdadero pesto...
Por supuesto, Italia sigue siendo Italia, una tierra de buen corazón, cuyos habitantes son conocidos por su espíritu de hospitalidad; pero no hay que pararse en el aspecto general de Italia y los italianos ... hay un mundo de tradiciones, platos, bailes folclóricos, fiestas locales, festivales religiosos, un mundo variado y compuesto que se identifica con el nombre de Italia.